caso: CALAVERAS Y DIABLITOS

Hola Javier.

Como no se si quedo claro hay, retomemos el caso hipotético de la mujer que tiene alucinaciones religiosas; para eso tenemos que partir de una base fundamental:

“todos ganamos algo por nuestros actos”

Desde un punto de vista posmoderno, sistémico; existen múltiples realidades (sistemas) y todos respondemos a estos de la mejor manera posible; si esta mujer tiene dentro de sus sistema la creencia de ángeles y demonios, ¿ quien soy yo para cuestionárselo?

El asunto aquí digamos, empezaría cuando se queja de que un demonio le habla y le pide que haga cosas que no le parecen ( como quemar algo, lastimar a alguien..); la razón para intervenir ahora seria que, a pesar de que la gente habla con dios todo el tiempo rara vez este les responde y les pide cosas que conllevan culpa, dañarse así mismos o alguien más.

En este punto yo podría decir que la ventaja que obtiene esta persona es, que al culpar a esta criatura que la atosiga, no tiene que hacer responsable de sus acciones o deseos, como comente antes en mi caso yo me acercaría a colaborar con un cura o algo así

En cambio; digamos que esta figura demoniaca lo que hace es recordarle lo mala persona que y que se ira al infierno; desde un punto de vista psicoanalítico esta figura demoniaca puede ser una forma de manifestación de súper yo. Para ello seria bueno normalizar el evento por el cual es juzgado o acusado para así quitarle fuerza al súper yo.

Ahora volviéndonos gestálticos, supongamos que esta persona es una mujer mayor, cuyo hijo a intensado irse de la casa varias veces; en la primera su madre le dijo algo como:

“esta bien que te vayas, me enorgullece verte crecer… lastima que me quedare tan sola”

Al decir esto logro que el hijo se sintiera culpable y se quedara más tiempo, en el segundo intento del hijo, ella empezó a tener problemas médicos que lo obligaron a quedarse, y fue en el tercero en el que empezaron sus alucinaciones.
Aquí podríamos decir que la mujer no a podido cerrar su clico como madre; por lo que quizá seria bueno realizar una constelación familiar… pueden salir muchas cosas ahí, o facilitar que la mujer canalice sus impulsos maternales con una mascota, o cuidando niños.

Otra variante seria el hecho que al marcharse su hijo tendría que reconocer lo mucho que crecido el, y por ende ella también; lo cual la llevaría a tener que lidiar con la idea de la cercanía de su muerte.

¿Qué les parece?